«Un momento difícil», han sido las palabras que ha escogido la actual princesa consorte del Principado Charlène de Mónaco, para hablar públicamente de la enfermedad que le mantuvo tantos meses alejada de su familia y de sus mellizos Gabriela y Jaime que tan sólo tienen siete años. Sin duda una etapa muy complicada para ellos.
Unas declaraciones que ha dado para el medio de comunicación sudafricano, recodemos que es su país de origen, News 24, en el que, además, ha comentado cuáles son su prioridades y sus planes de futuro en los que está, por supuesto, su esposo Alberto II.
Charlène de Mónaco por fin hace la confesión más esperada
>Sabemos que, especialmente con los asuntos más complicados y personales, no tiene que ser plato de buen gusto para nadie, tener que salir a dar explicaciones delante de los medios de comunicación. No obstante, cuando eres la princesa consorte del Principado de Mónaco, le pese a quien le pese, esto es casi una obligación.
Una premisa que la nadadora conoce perfectamente, y por eso mismo, y tras mucha espera, se ha resuelto a hacerlo. «Pasé por un momento difícil, pero tuve la suerte de ser apoyada y querida por mi esposo, mis hijos y mi familia, de quienes saco todas mis fuerzas», ha confesado la princesa con unas palabras con las que deja más que claro que todos los rumores de divorcio que oscilaban alrededor de ellos eran completamente infundados.
No obstante, la esposa del primogénito de una de las actrices más recordadas de la época de oro de Hollywood, Grace Kelly, no ha querido seguir hondado en unos problemas que ya son parte del pasado y ha resaltado que, ante todo, está decidida a mirar al presente.
«Mi vida diaria gira en torno a mis hijos. Este verano han estado ocupados con sus actividades, como la vela, sus cursos sobre el medio marino, así como su primera toma de contacto con el buceo y el salvamento marítimo«, ha apuntado dándonos a entender que aunque el futuro de sus dos niños siempre va a estar ligado a la corona, para ella es importante que aprendan, tal como hizo ella, a través del deporte y su disciplina.
Unas mecánicas que asume mirando al futuro, al que mira de frente y sin miedo: «Mi año está lleno y estructurado. Estoy totalmente entregada a mis proyectos personales presentes y futuros, pero también a las necesidades de mis hijos y lo seguiré haciendo por el momento». Ha dicho dando por echo que olvidaremos todo lo pasado, aunque los hecho dicen más que mil palabras y Charlène de Mónaco estuvo mucho tiempo alejada de su familia.
La etapa más complicada de Charlène de Mónaco
>La deportista nos sorprendió hace más de un año con una de las declaraciones más tristes, «este año será la primera vez que no estaré con mi marido en nuestro aniversario en julio, lo cual es difícil y me entristece. Alberto y yo no hemos tenido más remedio que seguir las instrucciones del equipo médico, a pesar de que es extremadamente difícil. Ha sido el apoyo más increíble para mí».
«Mis conversaciones con Alberto y mis hijos me ayudan enormemente a mantener el ánimo, pero echo mucho de menos estar con ellos. Fue especial que mi familia me visitara en Sudáfrica y fue realmente maravilloso verlos. No puedo esperar a reunirme con ellos», desveló. Aunque no nos quedaba demasiado claro si era comprensión todo lo que relucía, mientras los rumores sobre su posible divorcio no paraban de crecer.
Lo que es incuestionable es que el príncipe soberano de Mónaco y su esposa estuvieron todo un año viviendo en países diferentes. Una situación que continuó causando revuelo en el panorama mediático. Por eso mismo, al hijo de Raniero III no le quedó más remedio que pronunciarse, aunque sus declaraciones distaban mucho de dar a entender que el matrimonio tenía problemas.
Para nada, de hecho, se anunció que Charlène de Mónaco estuvo en Sudáfrica por una infección otorrinolaringológica por la que, incluso, tuvo que ser operada en tres ocasiones. Lo hizo en el Journal de Dimanche donde además señaló que su mujer, «había sufrido mucho y había vivido momentos difíciles lejos de su familia».
Unas especulaciones que empezaron cuando la princesa se desplazó a su Sudáfrica natal para colaborar con una campaña contra la caza de rinocerontes, que coincidía con el cumpleaños de Aiva Grace, la hija del hermano de Charlène de Mónaco. Esto fue en junio, y la exnadadora volvió a ver a su familia en agosto y por último en octubre, cuando pasó unos días en Mónaco.
Pero pocas semanas después conocíamos que Charlene había ingresado por voluntad propia para recuperarse de un agotamiento físico y emocional profundo, a doce mil kilómetros de su marido y sus hijos, junto a los que afortunadamente ya comparte sus días.