Belén López sorprendía este sábado en el plató de ‘Déjate querer’ con Toñi Moreno. La actriz confesaba cómo había vivido la muerte de sus padres con 23 y 24 años y acudía a televisión para darle una sorpresa a la asistenta que la crió cuando era pequeña. Una historia de lo más emocionante que consiguió llegar a todos los espectadores del espacio.
En plena adolescencia Belén tuvo que enfrentarse a la muerte de sus padres, sin duda el peor momento de su vida. Por aquel entonces ella se aferró al trabajo y a sus seres queridos para salir adelante: «Me salvó la vida mi familia y mi trabajo«. Aunque lo cierto es que no fue nada fácil: «Recuerdo que me senté en casa y dije ‘solo quiero un caminito para saber por dónde tengo que ir’, pero, al final, si hay una fuerza interior que, cuando alguien se va, parece que te posee porque te preguntas cómo voy a poder vivir sin ellos«.
«El sufrimiento te da la oportunidad de crecer y de aprender» reflexionaba Belén, ya que les tiene tan presentes que muchas veces piensa en llamar a su madre para contarle sus vivencias y se da cuenta que no puede hacerlo: «Soy tan fuerte porque están conmigo«.