La humorista Paz Padilla lo ha vuelto a hacer, nos ha vuelto a poner el corazón en un puño y ha hecho que terminemos, literalmente, llorando a moco tendido en la redacción de Cotilleo.es, y es que es muy complicado encontrar una historia tan especial como la que han tenido la que fuera presentadora de Sálvame y Antonio Vidal.
Algo que hemos podido volver a comprobar con su nueva publicación en sus redes sociales y con la entrevista que le ha concedido a la reputada periodista, María Casado, en su programa, Las tres puertas en el que ha reflexionado sobre la pérdida del amor de su vida.
La publicación más sincera de Paz Padilla
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>Hace 15 años compartía con nosotros uno de los post más emotivos que yo sinceramente he visto en mi vida. En él, como pueden ver en la parte superior de estas líneas, aparece un vídeo de la actriz de La que se avecina y su amor, su gran amor, el abogado Antonio Vidal corriendo por la playa con sus tres perros. En este se puede apreciar que habían salido a hacer deporte juntos.
Un recuerdo muy humano que acompaña con el principio de la versión en acústico de la canción de ABBA, The winner takes it all: «I don’t wanna talk», (en español, yo no quiero hablar), dice esta melodía que le da una emotividad muy tierra. Un video junto al que ha escrito tres conmovedores corazones, «❤️❤️❤️», y encima del que aparece la dedicación más real: «No pararía de correr si pudiera volver a verte«.
Una publicación que se ha convertido en el ejemplo perfecto de cómo concibe Padilla la muerte, la pérdida, el amor y, en consecuencia, la vida. Algo que ha vuelto a contar en el espacio que conduce la periodista María Casado para Televisión Española, Las tres puertas, y que podría contarlo un millón de veces porque todas ellas ayudarían a alguien a crecer emocionalmente y a ver la vida desde otra perspectiva.
«Hay personas que han aparecido en mi vida para que yo siguiera caminando«, ha confesado para dar sentido a su siguiente frase que tiene que ver con el lugar ha ocupado en la vida de su Antonio, «Le doy sentido a que Antonio apareciera, he aparecido en su vida para ayudarle a morir».
«Le conocí con 14 años y me enamoré, y el cuando me conoció pensó, mira esa loca colgada», recuerda con la alegría del que conoce la pérdida, «y así éramos la loca colgada y él, el hombre formal, correcto, éramos polos opuestos».
Cómo vivió la muerte de Antonio Vidal
>«¡Tres años! Uno de los días más felices de mi vida, desde ese 8 de octubre, nada me separará de ti», escribió la actriz de Mis adorables vecinos sin saber que un año más tarde se tendía que despedir de su Antonio, aunque supo afrontar su muerte cómo lo que realmente significa, que ha vivido.
«En el velatorio, cuando ya aceptas en el camino por el que vas a ir todo es más fácil, porque ya sabes que sólo tienes que transitarlo, el dolor hay que transitarlo y tienes que hacerlo de manera sosegada y tranquila«, un hecho que según Paz Padilla tiene que ver con que no queremos ver el dolor: «Ni el sufrimiento, cuando tu enfermas la gente se quita de en medio, se quedan los amigos de verdad, los demás desaparecen porque no quieren ver desgracias».
Por eso mismo, ella ha aprendido a mirar la muerte de frente, y si tiene que llorar lo hace, pero desde el amor, no desde la desesperación: «Yo lloro todos los días, es que yo he aprendido que aceptar no es olvidar y que aceptar es recordar y recordar es recordar con amor no con angustia. Aquí hemos venido a perderlo todo, si no nos vamos nosotros antes«.
Esa es la razón por la que no está dispuesta a renunciar al amor: «Veo el amor por encima de encontrar una pareja, el amor generoso, el compasivo, ese que respiras y dices esa cosa tan bonita, entonces yo porque voy a negarme a volver a vivir eso«. Y es que, como dice la misma comunicadora, «si viene una persona que me quiera y me haga volver a sentir como yo sentía será diferente, porque no hay dos amores iguales«.
Una forma de ver la vida que está compartiendo con su novio el fotógrafo, Fran Medina, su nueva ilusión que, ante todo, sabe cuál es la filosofía de Paz, «yo soy una persona vitalista porque vivo en el presente, el pasado da tristeza y el futuro da ansiedad«. Es por eso por lo que la escritora de El humor de mi vida puede afirmar que es, «tremendamente feliz».
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