Disfrutando de un merecido descanso después de una época frenética en la que ha encadenado un rodaje con otro, Blanca Suárez está viviendo uno de los veranos más especiales de su vida. Después de disfrutar de 15 días de desconexión – suponemos que con Javier Rey, aunque dada su discreción ninguno ha compartido nada en sus redes sociales – en las paradisíacas Islas Maldivas, la actriz ponía rumbo a Jávea, donde ha pasado una semana de lo más divertida con varios amigos en una espectacular mansión con piscina que tan solo abandonó para dar tranquilos paseos por el pueblo valenciano.
Continuando con su periplo, Blanca se reencontraba con Javier y el hijo del actor – Lucas, fruto de su relación con la también intérprete Iris Díaz -, y tras unos días tan familiares como relajados en un destino desconocido del que no ha trascendido ningún detalle, la enamorada pareja ha puesto punto y final a sus vacaciones y ha regresado al aeropuerto de Madrid con el pequeño, con quien la protagonista de ‘Las chicas del cable’ se lleva a las mil maravillas.
Intentando pasar desapercibidos entre el resto de turistas, el actor fue el encargado de empujar un carro en el que iban todas las maletas y su hijo subido, mientras que Blanca, más seria de lo habitual, estuvo pendiente de su teléfono móvil en todo momento. Apostando por la comodidad para volar, lució shorts negros y blusa blanca, y presumió de su nuevo corte de pelo, protagonizado por un flequillo corto tan complicado de llevar como favorecedor si tienes la belleza de la actriz.
A punto de celebrar su tercer aniversario de relación, Blanca y Javier forman una de las parejas herméticas del panorama nacional, y, además de no acudir juntos a ningún evento ni estreno, también evitan hablar públicamente de su historia de amor, que no cabe duda que atraviesa por su momento más dulce tras disfrutar de sus vacaciones más familiares.