Productos como los mejillones o el jamón no sólo son espectaculares en solitario, sino también cuando se combinan. Eso es lo que vamos a intentar demostrar con esta receta, para demostrar que con la misma se puede sorprender a cualquier comensal. Eso sí, si queremos que salga todo perfecto, es importante elegir unos buenos mejillones, a ser posible de gran tamaño, ya que de antemano se puede decir que no quedará bien en esta receta si utilizamos unos enlatados o congelados. En cuanto al jamón ya no es tan trascendental que sea o no ibérico, porque si n lo tenemos o no podemos permitírnoslo por su precio, también se podrá hacer este entrante con uno que sea simplemente serrano.
4Forma de prepararlo
Para preparar estos mejillones con jamón lo primero es cortar el jamón ibérico (o el serrano en su defecto) en tiras lo más finas posible. Una vez hecho se pelan y pican las cebollas en la modalidad de juliana delgada y se lava y cortar el perejil en trozos de tamaño intermedio. Una vez tenemos estas elaboraciones previas, se calienta un poco de aceite de oliva en una sartén y se rehogan las cebollas cortadas durante cinco minutos. A partir de ahí se incorpora el vino blanco y se coloca la llama en intensidad intermedia, esperando a que el líquido se reduzca un poco. Finalmente se limpian los mejillones con agua y se retiran sus barbas, cocinándolos al vapor en una olla con un poco de agua durante unos 5 minutos. Ya sólo quedaría escurrirlos, servirlos con la salsa de cebolla y las virutas de jamón y, como toque final, adornar el plato con perejil. Para darle un toque de sabor diferente a los mejillones estos pueden ser cocinados con laurel y ralladura de naranja y, de igual forma, se puede incorporar un diente de ajo durante la cocción.