Con el auge de las criptomonedas, se ha incrementado el interés en las Bitcoin Wallet. La razón de esto no es ningún misterio. Estas billeteras virtuales mantienen los activos de los usuarios de manera segura en un lugar protegido. Gracias a ellas, los tókens de Bitcoin que poseas están fuera del alcance de ataques malintencionados o posibles filtraciones de las plataformas donde se opera.
Pero la seguridad que provee una Bitcoin Wallet no es el único atractivo de estas billeteras. Además de esta importante característica, las carteras virtuales permiten la interacción con diferentes blockchains. De esta manera los usuarios pueden conectar sus billeteras y realizar compras y demás transacciones utilizando sus monedas digitales, así como también hacer chequeos del saldo restante.
Una popular creencia es que las carteras virtuales guardan realmente las monedas en su interior. Si bien esto no es del todo erróne, tampoco es completamente cierto. Las criptomonedas están depositadas en blockchains y, para acceder a ellas, es necesario tener diferentes tipos de claves. Estas claves son las que verdaderamente se encuentran dentro de una billetera virtual, y mediante las mismas, los usuarios pueden acceder a sus criptomonedas y realizar transacciones.
Existen dos tipos de wallet, las “hot” wallet o “billeteras calientes”, y las “cold” wallet o “billeteras frías”. Cada una de ellas tiene características distintas, trayendo consigo distintas ventajas y desventajas. Siempre se recomienda analizar qué tipo de wallet es el más indicado para las inversiones que cada usuario desee hacer.
En primer lugar, las billeteras calientes son aquellas que se encuentran en línea. Para acceder a ellas, simplemente basta con tener una conexión a internet, y puedes hacerlo mediante el sitio web de la plataforma que escojas o la aplicación móvil en caso de tener una disponible. Gracias a ello, estas billeteras son de muy fácil acceso y requieren de una autenticación de la plataforma. Además, en caso de que olvides tu clave, siempre podrás recuperarla utilizando el servicio de atención al cliente de dicho sitio. Como desventaja de esta característica, podemos mencionar que las claves son “compartidas” con la plataforma. Esto quiere decir que están alojadas en una base de datos protegida, lo que permite la recuperación de las mismas.
Por otro lado, las billeteras frías son aquellas que no están integradas a una plataforma, sino que son un dispositivo físico aparte de tu ordenador. Por ello, es necesario conectar tu billetera a cierto dispositivo para poder operar. Esta conexión puede hacerse mediante diversos medios, como un ordenador o un código QR. Las billeteras frías poseen una protección por clave que solamente es conocida por sus usuarios. Gracias a ello, no existe base de datos que contenga dicha información, algo que las vuelve en cierta manera más seguras que las billeteras calientes. De todas maneras, una gran desventaja de esto es que, en caso de olvidar la clave, no existen medios para recuperarla. Si esto sucediera, es muy posible que los activos depositados dentro de esta billetera se perdiesen.