Como la mismísima Belén Esteban ha explicado en la revista Semana, ha pasado por uno de los peores momentos de su vida. La colaboradora de Sálvame lo ha pasado realmente mal. Y es que por mucho que sea una mujer que se ha hecho a sí misma a pesar de los traces que nos trae la vida, hay ciertos episodios que nos marcan y nos hacen replantearnos absolutamente todo.
Y esto es justamente lo que le ha sucedido a una de las comunicadoras más queridas de nuestro país estas últimas semanas. Y es que, la expareja de Jesulín de Ubrique, ha sufrido un susto en el peor sitio que os podáis imaginar, la sala de un hospital.
La noticia que no quería escuchar
> La Princesa del Pueblo se ha abierto en cuerpo y alma y ha admitido, con pelos y señales, todo por lo que ha tenido que pasar para volver a recomponerse: «No quiero asustar a nadie … A mí, desde hace un par de años, me salen unos bultos en el pecho. En noviembre cumplo 49 años y las mujeres empezamos a tener desarreglos«, ha asegurado añadiendo que, «Me tocaba la revisión del pecho el seis de julio, y me hago la mamografía y sales bien»,
Asimismo, la madre de Andrea ha destacado que, «los bultos los tengo y no tengo peligro. Mi ginecóloga, Rocío, me hace la citología y una ecografía vaginal, y ven que el endometrio lo tengo más grande de lo normal … Cuando ello lo decía aunque le quitaba importancia yo lo sabía… Digo, hay algo que no está bien y ella me dice que esté tranquila, que no pasa nada, y que si sangro tienen que hacerme una biopsia urgente«.
Uno de las peores circunstancias a las que se ha tenido que enfrentar durante los últimos años, sin ninguna duda. Y es que, además, continúa arrastrando la pena y la tristeza del mazazo del pie. «Mi doctora me tranquilizó, pero yo pensaba que había algo malo. Me dijo que fuera al hospital y mi marido no sabía ni como animarme, porque yo tenía una pena … A las nueve de la mañana fuimos mi marido y yo solos. No quería dar disgustos a nadie».
Asimismo, la amiga de Jorge Javier Vázquez, ha reconocido que sigue teniendo clavada en su mente la imagen de la puerta del quirófano, «Miguel con la cara desencajada, me sientan en una butaca con un miedo que te mueres, me ponen una vía y no me enteré de nada. Estuve dos horas en quirófano, me quitaron un pólipo, me limpiaron … Más sabe Miguel que yo».
No obstante, cuando hace balance completo confiesa que está tranquila, «desde que me salieron los bultos en el pecho voy cada a año a mirarlos, es importante coger las cosas a su tiempo. No sabéis los seis días que pasé con Miguel. Y pido perdón a mi madre y a mis hermanos, porque mi madre se ha enfadado un poco conmigo».
Con el que no se disculpa es con Miguel, que cada día está más enamorado de ella. «Quiero dedicarte unas palabras a ti, mi mujer, que siempre me has apoyado en cualquier aspecto de mi vida, y en estos momentos tan difíciles que estás atravesando estoy y siempre estaré a tu lado, eres el pilar fundamental de mi vida, solo quiero tu bienestar», le dedica su marido.
Aunque estas palabras de respeto, cariño y apoyo no han terminado aquí: «Juntos superaremos cualquier dificultad y ojalá me hubiese ocurrido a mí para no verte sufrir. Te admiro por tu fortaleza que demuestras día tras día. Estoy convencido que en unos meses estarás recuperada y volveremos a disfrutar el uno del otro de esos momentos vividos. Mi prioridad eres tú. Je t’aime». ¿Se puede ser más romántico? No lo creo.
El supuesto complot de la OCU
> Como bien dice el refranero español, las desgracias nunca vienen solas, y parece que la OCU está empeñada en demostrárselo a la Esteban, como la llaman sus compañeros. Por eso mismo, la empresaria no ha tenido ningún reparo en admitir que, «está siendo victima de un chantaje«. «Hay una campaña para perjudicar mis productos y me parece vergonzoso, pero lo que no va a hacer Sabores de la Esteban, es pagar dinero para que se hable bien de sus productos. Belén Esteban no paga chantajes«.
La misma OCU puntuó su gazpacho con muy mala nota. Esta organización le concedió solo 64 puntos de los 100 que son posibles. Y cuando le ha tocado el turno a las cremas, ha hecho lo mismo. De hecho, su marca entró en el ranking de los salmorejos que se compran en los supermercados con el pie izquierdo. Esta organización lo ha posicionado en el antepenúltimo lugar, con una puntuación aún peor que la de los gazpachos: solamente 61.
Los expertos no han podido ser más claros, creen que su salmorejo es de, «mala calidad«, y que está muy lejos de otros productos como los de los supermercados Alcampo. Y es que, si nos llegan a decir hace unos años que esta cadena iba a quitarle el puesto de archienemiga a María José Campanario, no nos lo hubiéramos creído.
Sin embargo, la OCU ha querido ir más allá y se ha mostrado bastante agresiva con el precio de esta crema que cuesta 3,19 euros la botella. «No hace falta gastarse más de dos euros para disfrutar de un producto de buena calidad», asegura la organización en el documento donde ha vuelto a destrozar la reputación de la faceta más empresarial de la colaboradora del espacio de Telecinco.
Aunque estas no han sido las únicas declaraciones de esta organización. Después del órdago que ha lanzado la celebrity sobre el presunto chantaje lo ha desmentido: «Jamás hemos cobrado a nadie por una buena nota. Nosotros hacemos los rankings a petición de los consumidores porque los gazpachos y los salmorejos son productos demandados en veranos. Nos basamos en análisis independientes, neutrales y objetivos hechos en laboratorios«.