Hace casi veinte años (2002-2004 ) la diva del pop, Jennifer Lopez, y el ganador del Óscar, Ben Affleck, se comprometieron creyendo que vivirían un romance digno de comedia romántica americana. Unas intenciones que se vieron truncadas por la excesiva presión mediática que sufrió la archiconocida pareja y que este fin de semana se ha saldado con una boda de película, milimétricamente anunciada.
Tres meses después de comprometerse, Jennifer Lopez y Ben Affleck se han dado el sí quiero en una ceremonia que se ha celebrado nada más y nada menos que uno de los entornos más americanos que podríamos encontrarnos, las picantes Vegas. ¿Puede representarles más?. «Lo hicimos, el amor es hermoso, el amor es amable. Y resulta que el amor es paciencia, veinte años de paciencia», se puede leer en el relato que ha publicado en su blog OntheJLo.com la cantante de Papi.
Un paraíso de ensueño
>Cuando dos personas se reencuentran dos décadas después, lo más acertado es presuponer que siempre se han querido o que, por lo menos, nunca se han olvidado. Un precedente que tiene el valor suficiente para justificar que celebren su amor por todo lo alto.
¿Dónde lo han hecho? En una capilla en Las Vegas. «Conseguimos llegar a la capilla en torno a la media noche. Estuvieron abiertos un par de minutos más tarde, dejándonos sacar fotografías en un Cadillac rosa convertible, evidentemente utilizado por el propio «rey» (pero si queríamos que apareciera Elvis costaba un extra pues estaba ya durmiendo)», comentó la actriz de Marry Me.
«Con los mejores testigos que puedas imaginar, un vestido de una película antigua y también una chaqueta del armario de Ben, leímos nuestros votos en la pequeña capilla y nos entregamos los anillos que usaremos el resto de nuestras vidas», aseguró. Un entorno de ensueño en el que la intérprete lució dos vestidos: un diseño de escote halter y otro más de palabra de honor con mandas de encaje.
Lo más divertido de la ceremonia es que pareja usó las mismas instalaciones de la capilla para cambiarse de ropa, como también confesó la jueza de American Idol, que además agradeció la amabilidad de los responsables. «Cuando el amor es real, lo único que importa en el matrimonio es el uno al otro y la promesa que hacemos de amarnos, cuidarnos, comprendernos, ser muy pacientes, amorosos y buenos el uno con el otro. Tuvimos eso. Y mucho más«, añadió JLo, «la mejor noche de nuestras vidas».
La estrategia de Jennifer López y Ben Affleck
>El pasado abril la cantante estadounidense con raíces puertorriqueñas que se ha posicionado como diva anglo-latina (para que veáis como no da puntada sin hilo), anunció su compromiso con Affleck con una publicación en sus redes sociales milimétricamente estudiada.
Una revelación perfectamente vaticinada por la opinión pública, y es que si no quieres revelar la pedida, no te pasees con un maravilloso anillo de diamantes. Una pista que se consolidó cuando decidieron comprar juntos una mansión en Bel Air por 46 millones de dólares. Uno más uno son dos, bueno en este caso siete. Y que terminó confirmándose con un vídeo en el que la de Bronx anunciaba su matrimonio con una publicación poco espontánea en sus redes sociales.
Un aspecto que sabían perfectamente Lopez y Affleck, que muy premeditadamente eligieron las redes sociales de la cantante para anunciar su compromiso. Y es que, lo primero que hay que tener en cuenta es que la también diseñadora tiene 213 millones de seguidores y que el actor ni siquiera tiene Instagram. Esto nos podría servir como argumento para explicar su estrategia, siempre y cuando el guionista de Good Will Hunting hubiera aparecido en el vídeo, pero no fue así.
Para nada, en este post solamente pudimos ver a Lopez, nerviosa y emocionada, (es el amor de su vida) contándonos la proposición con un mensaje cuidadosamente introducido. «Tengo una historia realmente emocionante y especial que quiero compartir con vosotros», resaltó. En su web Jenifer publicó un comunicado en el que nos envolvió con su persuasiva emocionalidad, justamente cuando acababa de terminar la promoción de su película para Netflix Marry Me.
«Somos mayores ahora: somos más inteligentes, tenemos más experiencia, estamos en diferentes lugares de nuestras vidas, tenemos hijos somos muy conscientes de esas cosas. Es muy bonito que esto haya sucedido de esta manera en este momento de nuestras vidas donde realmente podemos apreciarnos, celebrarnos y respetarnos mutuamente», explicó.
Por eso mismo, tomaron una de las decisiones más prácticas, íntimas y, al mismo tiempo, mediáticas, para ponerle límites a su amor.
Un contrato, ¿demasiado mediático?
>Otras de las cuestiones que nos hacen ver la capacidad que tiene Bennifer de asentar su marca como pareja es como se ha mediatizado su intimidad. Y es que, como cualquier pareja, tomaron la decisión de firmar un contrato prenupcial exhaustivo que garantice la estabilidad de su matrimonio, aunque en este caso abarcaron todos los aspectos posibles.
Y sí, nos referimos a sus relaciones sexuales, y es que, como es bien conocido, a partir de este fin de semana los artistas están obligados a tener sexo cuatro veces por semana. Algo que no es raro y es que si algo tenemos claro en esta redacción es que cada personas puede hacer con su vida íntima lo que quiera, pero , ¿por qué solamente se mediatiza esta cláusula?.
Lo que si está claro es que 20 años después el término Bennifer es casi un nombre propio dentro de la cultura occidental. Una circunstancia que estabiliza sus carreras y que tiñe de rosa un final de comedia romántica que curiosamente ensalza la promoción de sus respectivos proyectos profesionales, (lo que no quita que se quieran muchísimo y que quieran formar una nueva familia al estilo de Los Serrano).
Especialmente para Lopez, que es la que más éxito tiene de la pareja, aunque ambos dos tienen una trayectoria muy consolidada dentro del mundo del espectáculo. De hecho, JLo va a ponerse en el papel de productora de un clásico bien conocido por todos: La Cenicienta. Este proyecto será una serie musical y nos sorprenderá como cualquier cosa que hace la cantante americana.
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