El pasado 14 de julio, Donald Trump anunciaba por redes sociales el fallecimiento de su primera mujer a los 73 años de edad: Ivana Trump, la modelo, celebrity y empresaria que saltó a la fama tras su matrimonio con el expresidente de Estados Unidos en el año 1977.
Ivana Trump formó junto al magnate un gran imperio inmobiliario. La modelo desempeñó un papel fundamental en la construcción de este, ya que trabajó en los primeros proyectos de su marido, como la Torre Trump en Manhattan y el Trump Taj Mahal Casino Resort en Atlantic City, Nueva Jersey.
Después de quince años de matrimonio y tres hijos en común -Ivanka, Donald ‘junior’ y Eric-, la pareja más famosa de los años 80 en Estados Unidos, terminó su relación tras salir a la luz la infidelidad de Donald Trump con Marla Maples, con la que años más tarde se casaría el magnate.
Al finalizar el divorcio, Ivana recibió 14 millones de dólares, su mansión de 45 habitaciones en Greenwich y varios inmuebles más, además de recibir 650.000 dólares al año para mantener a sus tres hijos.
A partir de este momento, la empresaria empezó a demostrar lo que sería capaz de conseguir ella por sí misma sin la ayuda de nadie: creó su propio negocio de joyas y ropa, escribió varios libros y siguió invirtiendo en el sector inmobiliario.
La policía investiga las causas de su muerte, aunque la primera hipótesis que confirma el New York Times es una caída por las escaleras de su casa en el Upper East Side de Manhattan.
Tanto Donald Trump como sus hijos han querido mostrar su apoyo en redes sociales. El expresidente escribió públicamente: «Era una mujer maravillosa, hermosa y sorprendente, que llevó una vida grandiosa e inspiradora. Su orgullo y alegría eran sus tres hijos, Donald Jr., Ivanka y Eric. Estaba tan orgullosa de ellos, como todos lo estábamos de ella. ¡Descansa en paz, Ivana!».
Mientras, su hijo Eric Trump le dedicaba unas bonitas palabras: «Nuestra madre era una mujer increíble, atlética y una madre cariñosa y amiga. Ella fue una sobreviviente. Ella huyó del comunismo y abrazó a este país. Ella enseñó a sus hijos sobre fuerza y agallas, compasión y determinación».
También su hija Ivanka ha querido recordarla con un bonito texto en el ponía: «Mamá era brillante, encantadora y apasionada y malvadamente divertida. Ella modeló fuerza, tenacidad y determinación en cada acción. Ella vivió la vida al máximo y nunca renunció a reír y bailar».