La boda de Lucía Pombo y Álvaro López Huerta ha sido uno de los acontecimientos más comentados del fin de semana, y no solo por la cantidad de rostros conocidos que asistieron al enlace de la hermana menos mediática de las Pombo. Laura Matamoros, Teresa Andrés Gonzalvo e Ignacio Ayllón, Marta Lozano y Lorenzo Remohi o María García de Jaime y Tomás Páramo entre otros, además de María y Marta Pombo con sus respectivas parejas, Pablo Castellano y Luis Zamalloa.
La espectacular fiesta que montó la pareja para celebrar su amor por todo lo alto. Un impresionante castillo en Segovia, disfraces para los invitados, una recena a base de hamburguesas e incluso la actuación estelar de King Africa, que hizo las delicias de todos los invitados.
Pero, como todo ‘fiestón’ que se precie, la boda de Lucía Pombo también ha tenido sus detractores, que han criticado ferozmente el uniforme que lucieron las camareras encargadas de servir el cóctel durante la fiesta. «Parecen sacadas de otra época», «el clasismo más rancio» o «parecen criadas» fueron algunos de los comentarios que numerosos usuarios han hecho en redes sociales, muy duros con los recién casados.
Unas críticas a las que María Pombo ha respondido con mucho sentido del humor, asegurando que «la gente es un poco aburrida». «La boda fue increíble y lo volvería a repetir mañana, pasado, al otro» ha confesado, comentando que «la gente que comente eso tendrán envidia, querrían estar en una fiesta así«.
«No lo entiendo, de nosotras siempre ven algo malo, da igual lo que hagamos» se lamenta María, que no duda en definir la boda de su hermana como «un bodón, aunque a lo mejor estoy yo con las garras».
«Los novios estaban guapísimos, relucientes, felices y ahora están de luna de miel» nos ha contado, admitiendo con una sonrisa que le encantaría que su hermana mayor volviese de su viaje de novios a Colombia embarazada: «Ojalá, Dios te oiga. Lucía: ven con barriguita, por favor».