‘Desaparecida’ desde que su marido le pidió públicamente que no volviese a hablar de él en televisión, Ana María Aldón está destrozada y quienes la conocen bien aseguran que ha tocado fondo y no entiende la actitud de José Ortega Cano. Refugiada con su hijo José María en el piso que el torero tiene en la costa gaditana, se especula con que la colaboradora podría estar meditando el futuro de su matrimonio y pronto podría romper su silencio a golpe de exclusiva para anunciar su separación.
A la vez, otras fuentes apuntan a que no es Ana María quien va a dar un paso al frente en una conocida revista del corazón este miércoles, ya que está tan afectada que ya no es que no quiera hablar, es que ni siquiera ha podido acudir a su trabajo en Viva la vida este fin de semana, sino su hija Gema Aldón, dispuesta a defender a su madre y, como ya advirtió hace semanas, «quitar la venda» a más de uno.
Mientras tanto, y tras unos días de desconexión en El Rocío. Ana María permanece en silencio y alejada del foco mediático en Cádiz, a 600 kilómetros de Ortega Cano, escenificando así una separación que muchos dan por hecho. Seria, afectada e intentando evitar a toda costa que se capte ninguna imagen suya en su peor momento, la colaboradora ha hecho todo tipo de maniobras para huir de las cámaras. Así, en lugar de entrar en su casa por el garaje como siempre ha hecho, ha pasado de largo a toda velocidad, dando una extraña vuelta a la manzana para despistar a la prensa y no afrontar las preguntas sobre su crisis matrimonial.