Ante una buena salsa de tomate frito que se quiten los americanos y su ketchup. Perfecta para acompañar un montón de recetas, desde unas lentejas a cualquier plato de pasta, pizza, pescado, pollo… o incluso sola con un buen trozo de pan, una salsa polivalente al 100%. Para que sea excelente la salsa de tomate debe tener la cantidad exacta de cada ingrediente, y no debe ser ni demasiado líquida ni muy espesa, con una proporción de acidez que no moleste pero que se note que es tomate. Aquí vamos a mostrar una receta para hacer una de gran calidad y en muy poco tiempo.
4Lista para envasar
Para finalizar esta salsa de tomate frito se añade sal, pimienta negra recién molida y, como hemos dicho, azúcar. La cantidad de éste vendrá dada por el tipo de tomate, cómo de dulce sea la cebolla y cuánto haya caramelizado al principio, aunque con una cucharada suele ser suficiente pero depende del gusto de cada uno. Se deja que la salsa reduzca líquido poco a poco, entre una hora y hora y media, aunque es conveniente darse una vuelta cada 15 minutos y removed para evitar que se forme mucha costra y que se queme. Se deja enfriar y cuando esté templada se puede envasar, a ser posible en botes de cristal para luego calentar al baño maría y que no se estropee con el tiempo. Así puede durar hasta todo un año, siempre y cuando no se haga mucho uso de ella.