En la semana en la que el enemigo de Rocío Carrasco reaparece de nuevo en los medios de comunicación, echamos la vista atrás para recordar el pasado (casi olvidado) de la hija de Rocío Jurado y sus grandes desencuentros. Porque Rocío ha protagonizado escenas rocambolescas que merece la pena recordar.
Corrían los tiempos en que Rocío disfrutaba acudiendo al mítico programa Tómbola. Fue allí donde acusó a Karmele Marchante de “Vender cosas raras en las plazas de Madrid”, a buen entendedor pocas palabras bastan. También dijo que era lesbiana y transexual.
Hace cuatro años que Rocío Carrasco no mantiene relación alguna con su hija mayor. Parece que no le perdona que ella, tras mantener ambas una sonada discusión que acabó en denuncia, se fuera a vivir con su padre. Hace algún tiempo, Rocío Flores se puso en contacto telefónico con su progenitora y ésta le espetó: “Aquí no llames más. Yo no soy tu madre”. De traca.
Rocío está completamente distanciada del clan Mohedano. Hace mucho que no cruza palabra con sus tíos. Uno de ellos, José Antonio, casado con Gloria Mohedano, explicó que su sobrina le dijo que el tiempo había hecho que cambiara. A lo que él contestó: “No ha sido el tiempo sino Fidel”.
El alto el fuego que Rocío Carrasco y Raquel Mosquera firmaron tras ponerse de acuerdo en cuanto al reparto de los bienes de Pedro Carrasco, ha saltado por los aires. La peluquera ha manifestado que piensa impugnar y revisar lo firmado porque fue engañada por la hija de su marido y la persona que defendía los intereses de ésta.