La seguridad en sí misma sea quizás uno de sus mayores enemigos. Letizia Ortiz siempre ha tenido claro que las cosas debían hacerse como ella decía. La duda no existe para ella. Esto ha hecho que más de una vez haya entrado como un elefante en una cacharrería llevándose todo por delante. Bien lo saben los más íntimos de don Felipe, que han sufrido en carne propia el huracán Letizia.
6La hagiografía de Letizia
Con la distancia que da el tiempo, puede decirse que fue un grave error la biografía oficial que se escribió sobre Letizia Ortiz cuando se supo que iba a casarse con el príncipe. Muchos medios obviaron que estaba casada y se la pintó como una de las mejores periodistas de su generación. Vamos, que resultaba incomprensible que no hubiera recibido el Pulitzer. También se infló el globo de que era una lectora empedernida, por supuesto, solo de libros de aquellos que se considera deben formar parte de las mejores bibliotecas.
La Casa Real española es tan peculiar que reviste de una capa de señorío a quienes ingresan en ella. Ocurrió en el caso de Jaime de Marichalar y también en el de Iñaki Urdangarín. Con Letizia Ortiz, más de lo mismo. Nada que ver con lo sucedido en Noruega con Mette-Marit cuando se anunció su compromiso con el príncipe Haakon. Ella, lejos de esconderse, apareció en televisión y concedió una amplia entrevista sobre su vida. Su gesto hizo que los noruegos la acogieran con los brazos abiertos.