Los calamares a la romana son una de esos platos que nunca suelen faltar a la mesa de un bar cuando uno va de tapas. Aunque pasar por Madrid sin comerte uno, sobre todo por la Plaza Mayor, es casi un pecado, se suelen comer en todos los lugares de España. En realidad se trata de unas anillas de calamar rebozados en una masa crujiente, aunque la verdad es que hay varias maneras de hacerlos. La receta que vamos a ver en las siguientes líneas tiene un ingrediente poco habitual para llevarlos a cabo como es la cerveza (acompañarlos con ésta a modo de bebida sí lo es). Con ella podremos comprobar cómo quedan aún más ricos y crujientes, vamos, se puede decir como el que encontramos en los citados bares.
4Emplatado y acompañamiento
Una vez tengamos los calamares fritos, habrá que ponerlos enseguida en una fuente de servir acompañados de un limón cortado por la mitad para que cada comensal añada el jugo que quiera (unos, muchos, los disfrutan normalmente sin tener que echar mano de este cítrico, sobre todo si están bien de sabor). Eso sí, lo que hay que hacer sí o sí es tomarlos bien calientes. Al igual que hay muchas formas de emplatar esta receta, también hay muchas de acompañar la misma. Mi consejo es que, al margen del limón, se sirvan con alguna salsa, con opciones tan válidas como el alioli con leche, la salsa de pimienta negra, la mayonesa casera de toda la vida (incluso de bote puede valer) o la salsa barbacoa con Coca-Cola.