Para aquellos cansados ya de tanto ‘guiso navideño’, Martín Berasategui ha intentado darles una vía de escape para cambiar los corderos, cochinillos, langostinos, pavos, marisco en general, turrones y demás por platos de siempre pero que no dejan de gustar a los españoles, como demuestra es que rara es la vez que no salen a comer por ahí y no los piden. Uno de los mejores ejemplos de ello son estas croquetas de jamón, que nunca pasarán de moda y que pueden ser todo un manjar si encima las hace todo un tres estrellas Michelín como es el chef vasco.
3Los últimos pasos
Una vez hecha la masa de las croquetas de Berasategui se vuelcan en una bandeja forrada con papel sulfurizado y untado con un poco de aceite, se cubren con papel film y se enfría la masa en la nevera durante una noche. Al día siguiente, hay que bolear las croquetas untando las manos con un poquito de aceite para que no se pegue la masa, se dejan enfriar las bolas en la nevera: mínimo 3 horas antes de empanar. Transcurrido ese tiempo, se pasan las bolas por harina, colocándola en una bandeja, y con las palmas de las manos se toca la harina, aplaudimos para quitar el exceso y se bolean nuevamente las croquetas. A continuación se pasan por huevo batido y se deja escurrir el exceso de huevo en una bandeja con agujeros, empanando a continuación con el pan rallado.