Pocas personas no se han tomado una Coca-Cola al menos una vez en su vida, y son muchos los adictos a las mismas, en cualquiera de sus diferentes versiones. Lo malo es que con la llegada del verano, y por aquello de intentar lucir tipito en la playa o piscina, la mayoría de estos sujetos se preguntan cómo engordar menos, y de ahí que en este caso en concreto busquen informarse sobre cuál de las bebidas de esta marca va a ser mejor para su organismo. Sobre todo porque hay que tener en cuenta que para que éste funcione correctamente no puede tener un exceso de azúcar, y ahí sí hay una gran diferencia entre unas y otras. En las siguientes líneas vamos a intentar mostrar cuál es mejor.
4Otros riesgos
La obesidad no es el único mal que puede provocar ingerir Coca-Cola, sobre todo en elevadas proporciones, aunque no esté clara la ecuación entre ambas ya que otra investigación realizada durante seis meses observó que las personas con sobrepeso u obesidad que bebían este tipo de refrescos habían perdido del 2 al 2,5% de su peso. Pese a todo, numerosos expertos abogan por suprimir o reducir al máximo su consumo, ya que además de ese problema han relacionado los refrescos edulcorados artificialmente con enfermedades de diabetes, cardíacas y renales, alteraciones del microbioma intestinal y el riesgo a padecer osteoporosis.