El 7 de febrero de 2007 marcó un antes y un después en la vida de Letizia Ortiz Rocasolano. La entonces princesa de Asturias recibió una llamada en Zarzuela en la que le comunicaron que su hermana Érika Ortiz, de 31 años, había sido hallada muerta en su domicilio. Una fatal noticia que hizo que Letizia, entonces embarazada de seis meses, se desmoronara por completo. Su hermana Érika dejaba huérfana de madre a la pequeña Carla, de tan solo seis años, con la que Letizia mantenía una estrecha relación. Pero, ¿qué ha sido de la sobrina de la reina Letizia quince años después? ¿Siguen tía y sobrina manteniendo el contacto?
9¿Qué piensa el rey Emérito?
No es ningún secreto que la reina Letizia y su suegro han tenido una tensa relación en el pasado. Aparentemente la cosa se ha calmado entre ellos. Juan Carlos vive la vida loca en su retiro de rey jubilado y Letizia cumple con el legado que por amor llegó involuntariamente a sus manos.
Cuando el rey Juan Carlos estuvo ingresado por una de sus tantas operaciones de cadera y su hija Cristina fue a visitarlo, se hicieron malabares para que Letizia no coincidiese con sus enemigos directos. «Últimamente, y subrayo, últimamente, don Juan Carlos me ha comentado en privado que Letizia lo está haciendo muy bien», publicó Fernando Ónega, biógrafo del Emérito. Un reconocimiento por parte de su suegro que además está avalado por el posicionamiento general de las casas reales europeas donde Letizia gana. Y con nota.