El 7 de febrero de 2007 marcó un antes y un después en la vida de Letizia Ortiz Rocasolano. La entonces princesa de Asturias recibió una llamada en Zarzuela en la que le comunicaron que su hermana Érika Ortiz, de 31 años, había sido hallada muerta en su domicilio. Una fatal noticia que hizo que Letizia, entonces embarazada de seis meses, se desmoronara por completo. Su hermana Érika dejaba huérfana de madre a la pequeña Carla, de tan solo seis años, con la que Letizia mantenía una estrecha relación. Pero, ¿qué ha sido de la sobrina de la reina Letizia quince años después? ¿Siguen tía y sobrina manteniendo el contacto?
16Cero azúcar

Que doña Letizia no tiene un carácter fácil ha quedado patente en diferentes ocasiones. En cuanto a sus hijas, Leonor y Sofía, tiene claro que nadie va a saltarse las normas que ha impuesto. Su obsesión por controlar todos y cada uno de los detalles que hace referencia a las infantas raya, en ocasiones, en el ridículo. En cuanto a la comida, jamás se vio una madre tan estricta. Su máxima: azúcar cero. Este es uno de los motivos que han hecho que la soberana tenga en su lista negra a doña Sofía, que tiene por costumbre obsequiar con caramelos de anís a los niños.
Al igual que los besos son una cuestión de Estado en Zarzuela, las golosinas también. Así las cosas, en su casa solo se sirven platos sanos en los que abundan las verduras, tal y como pudo verse en el documental que se emitió sobre los Reyes en televisión. Ciertamente, la sopa tenía una pinta horrible. Y junto con el azúcar, los fritos también están prohibidos. Pero no solo las infantas y el Rey sufren la dieta del terror impuesta por la Reina, también en el colegio donde acuden las infantas han modificado el menú. Por supuesto, a petición de doña Letizia. Según algunos, antes se comía muy bien en Santa María de los Rosales y ahora fatal. Esto ha hecho que algunos padres hayan elevado sus quejas a la dirección del centro. Y donde manda patrón, no manda marinero.