El colesterol es una de las amenazas contra nuestro organismo que está presente siempre en nuestras vidas. Mirar sus cifras cuando nos hacen un análisis de sangre, aunque sea para cualquier otra cosa, es lo primero que hacemos, como si con tenerlo controlado ya nos bastara. Controlar sus niveles es un hábito de vida fundamental para prevenir el desarrollo de enfermedades cardiovasculares. Regular los valores de esta sustancia en el organismo es fundamental, principalmente, a medida que envejecemos. Aunque por lo general los médicos nos dan alimentos que debemos evitar si queremos tener bajo el colesterol, también hay bebidas que nos perjudican seriamente para poder hacerlo.
2El colesterol bueno y el malo
Existen dos tipos de colesterol, por un lado el «bueno», que sería el HDL (lipoproteínas de alta densidad), y cuya función es «recoger» el no utilizado por nuestro cuerpo o sobrante, y devolverlo al hígado para que de forma natural nuestro organismo lo elimine. El «malo» es el LDL (lipoproteínas de baja densidad (LDL), que lleva el colesterol desde el hígado a los tejidos corporales. El problema surge cuando el nivel de este tipo es elevado, ya que se acumula en las paredes de nuestros vasos sanguíneos, produciendo un estrechamiento e incrementando el riesgo de una enfermedad coronaria. Se recomienda que éste esté por debajo de los 100 mg/dL, y si fuera superior a los 160 mg/dL se consideraría excesivamente alto.