Don Felipe y doña Letizia lo tuvieron difícil para casarse. Él estaba completamente enamorado y no dudó en echarle un pulso a don Juan Carlos. Estaba dispuesto a renunciar a la Corona. De eso hace ya quince años. Hoy, la entonces periodista es Reina y su fuerte carácter ha provocado que su matrimonio haya atravesado fuertes crisis. También ha marcado un distanciamiento sin retorno con su familia política.
5Demasiado perfecta
No puede ponerse un pero a la forma en que la Reina Letizia ejerce el cargo. Se ha preparado para ello a conciencia. Tenía muy claro que no iba a dar la razón a sus detractores. Sin embargo, su perfeccionismo gana por goleada a su empatía. Alguien que la conoce, definió así su carácter: “Fuerte, duro, nervioso, controlador y en ocasiones desabrido”. Lo contrario a doña Sofía, que sí ha conseguido conectar con la gente porque se la percibe dulce y cercana.
Las operaciones de estética a las que se ha sometido la Reina no han contribuido a mejorar la imagen que se tiene de ella. Al contrario, en su afán por suavizar y mejorar algunos de sus rasgos, vuelve a asomar el perfeccionismo y eso agranda la brecha con quienes no la tragan. Por otro lado, su afición a la belleza ha hecho que se la compare con otras reinas conocidas por su afición al lujo, como Rania de Jordania. No parece esta la mejor manera de que doña Letizia consiga su objetivo, que se hable de ella por su trabajo y no por su apariencia.