La pareja, tan enamorada como el primer día, ha reaparecido en las gradas de la Caja Mágica, donde ha vibrado con la victoria de Carlos Alcaraz frente a Zverev al lado de otros rostros conocidos como Miguel Ángel Silvestre, Macarena García, Marc Márquez o Jaime Lorente.
Miguel Bernardeau y Aitana celebraron la victoria de Carlos Alcaraz desde las gradas
>Tras finalizar el rodaje de La última, de Disney +, la pareja ha decidido disfrutar de su tiempo libre y acudir a la final del Madrid Open. Ya que, como sabemos, es uno de los pasatiempos favoritos de la pareja quienes han acudido alrededor de los años desde que comenzó su relación sin perderse ni un partido. Y esta vez no iba a ser menos, la cantante y el actor se han dejado ver tan enamorados como siempre en las gradas de la Caja Mágica.
La pareja compartió gradas con Macarena García, Miguel Ángel Silvestre, entre otros
>Con sonrisas, complicidad y derrochando arrumacos. Así veíamos a Aitana y Miguel durante el partido que enfrentó a Carlos Alcaraz y Zverev en la final del torneo de Madrid, donde compartieron palco con otros rostros conocidos como Macarena García, el piloto de motociclismo Marc Márquez, Jaime Lorente o Miguel Ángel Silvestre, con quien ambos charlaron de lo más animados tras saludarlo cariñosamente.
Aitana se despoja de su larga melena y reaparece guapísima en la Caja Mágica
>Guapísima con su favorecedor cambio de look, ya que ha cambiado la larguísima melena castaña con la que la conocimos en Operación Triunfo en 2017 por una media melena a la altura de los hombros en color cobrizo, Aitana vibró con la victoria de Alcaraz mientras compartía confidencias con su chico. Siempre sofisticada, la cantante lució un pantalón estilo sastre en gris que combinó con un elegante chaleco al tono, un look de plena tendencia que también escogió – pero en color arena – la mujer de Feliciano López, Sandra Gago.
Aitana y Miguel ya viven en su nueva casa
>Rodeado de éxitos, tanto Aitana como su chico gozan de su mejor momento profesional. Y en el ámbito personal no se quedan atrás, ya que la pareja se encuentra por fin instalados en la casa que compró Aitana muy cequita de la de su suegra, Ana Duato. Un hogar más que consolidado, lleno de amor entre la pareja y sus dos perritas, Sopa y Oliva.