El arroz es uno de esos alimentos que está habitualmente en cualquier hogar casi semanalmente. Incluso hay estudios que hablan de que una persona consume en nuestro país al menos dos kilogramos de arroz blanco al año. Esa cifra no ha parado de aumentar en los dos últimos lustros, quizás debido a que se trata de un producto que es muy sencillo de combinar con otros platos y que muchos consideran esencial en su dieta. Pese a ello, ahora unos científicos al parecer han demostrado que en algunos casos no es tan aconsejable para nuestra salud como podíamos creer.
6Fácil de digerir
El arroz no está entre los alimentos que más sacian, que son los ricos en fibra, como las legumbres, cereales integrales o verduras. El motivo es que se trata de un producto que es muy fácil de digerir al estar muy cocinado. Esta es la razón por la que, por ejemplo, unas verduras a la plancha se digerirán más lento que si están cocidas. El estómago no tiene que trabajar tanto en su digestión. En países como China o Japón, tienden a mezclar este alimento con soja, que equilibra la cantidad de proteínas, así como vegetales que proporcionan fibra y puede llegar a saciar más con porciones más pequeñas.