Sin duda que el pulpo es uno de los moluscos más apreciados. Se puede preparar de mil maneras distintas, y todas son sin duda del agrado de los amantes del mismo. Tan obligado es comerlo en Galicia como en cualquier otra parte de España, ya sea como aperitivo o como plato principal. Los pocos que se resisten a él, a excepción de aquellos a los que no les guste su sabor, lo hacen porque piensan que no es muy saludable ingerirlo y que las kilocalorías que puede aportar a nuestro organismo pueden acabar con cualquier dieta que hayan comenzado. A continuación vamos a ver cómo estos dos argumentos no son válidos para descartar el pulpo no ya como «animal de compañía» sino de cualquier menú, incluso si el producto es de lata.
5Críticas a su ingesta
El pulpo es usado como «base cárnica» en muchos alimentos de fabricación industrial, y se ha incluido dentro de las ofertas gastronómicas gourmet para los amantes del pescado y los mariscos, pero sin embargo no todo el mundo lo ve bien. Un grupo de investigadores de la Universidad de Nueva York cree, según trascendió a principios de 2019, que los humanos deberíamos abstenernos de comer pulpo debido a sus características tan peculiares. Y aseguraban estos expertos que existen motivos éticos y ambientales para no criarlos en cautiverio para la industria alimenticia. A pesar de esta recomendación, la demanda está creciendo en China, Estados Unidos y Australia, y se comercializa mundialmente, servido principalmente en mercados de alto poder adquisitivo.