Sin duda que el pulpo es uno de los moluscos más apreciados. Se puede preparar de mil maneras distintas, y todas son sin duda del agrado de los amantes del mismo. Tan obligado es comerlo en Galicia como en cualquier otra parte de España, ya sea como aperitivo o como plato principal. Los pocos que se resisten a él, a excepción de aquellos a los que no les guste su sabor, lo hacen porque piensan que no es muy saludable ingerirlo y que las kilocalorías que puede aportar a nuestro organismo pueden acabar con cualquier dieta que hayan comenzado. A continuación vamos a ver cómo estos dos argumentos no son válidos para descartar el pulpo no ya como «animal de compañía» sino de cualquier menú, incluso si el producto es de lata.
2Beneficios del pulpo en lata
El pulpo cuenta con un contenido proteico similar a la carne de ternera y un elevado valor biológico por su digestibilidad. En comparación con otros mariscos, es poco calórico y su contenido en grasas y colesterol es, por tanto, muy bajo. Una de sus variedades más consumidas es en conserva, en aceite de oliva. En este caso, las calorías del pulpo son prácticamente las mismas que si lo consumiéramos fresco, ya que pese a que el aceite de oliva es una grasa, se trata de una grasa de calidad que en este caso se utiliza principalmente para ayudar a la conservación del alimento. Si encima elegimos una conserva gourmet de pulpo en aceite de oliva, el aceite que se utilice para ella será de gran calidad y también podremos beneficiarnos indirectamente de sus propiedades nutricionales.