Hay muchas razones por las que puede interesarte realizar un salmorejo que quede igual de rico y espeso, pero sin pan. Una de las más importantes es cuando hay una persona celíaca o con intolerancias a la que puede sentar mal este ingrediente, y otra razón puede ser simplemente el querer cuidar un poco la línea. Para que puedas hacerlo, te proporcionamos algunos trucos.
3Con calabacín
Para hacer este original salmorejo se sustituye el pan por la pulpa del calabacín Para ello se empieza picando los tomates y escurriéndolos para quitar la zona de las semillas y el agua del tomate, que se guarda para preparar zumos o para añadir a las ensaladas.
En el vaso de una batidora se colocan los tomates y se añade 50 ml de aceite de oliva virgen extra y el diente de ajo. Se da un golpe de triturado de unos segundos y se añade un buen pellizco de sal. Se pica el calabacín retirando su piel para que no de color al salmorejo y se añade al vaso de la batidora, junto a un chorrito de vinagre. Se tritura todo y se pone en la nevera.