Pocos platos son tan típicos españoles como la paella. Por mucho que sea especialmente típica en el levante, su práctica se ha extendido prácticamente a todas las regiones, ya que lo bueno es que hay para todos los gustos, desde los arroces con carne, verduras o pescado, pasando por la textura caldosa, melosa o seca. Esta receta con pollo que vamos a preparar a continuación es una de las más tradicionales, un básico dentro de los arroces, y cuyo único secreto está en la elaboración de un buen sofrito y en utilizar caldo de pollo casero. Lo demás viene casi solo, aunque sí es cierto que la práctica es fundamental para que seamos unos perfectos arroceros y lo sirvamos a la mesa en su punto.
4Cómo preparar la paella
Una vez tengamos el sofrito, para seguir con la paella de pollo hay que poner la paellera a fuego medio con aceite de oliva, suficiente para que el fondo quede cubierto, y, cuando esté caliente, incorporar las verduras y un poco de sal, además de las aromáticas (laurel, tomillo y romero). Se deja que se cocine todo junto unos 15 o 20 minutos, hasta que empiecen a dorarse ligeramente, y se remueve de vez en cuando.