Las ceramidas están presentes en la piel, en el cabello y en las uñas. Con la edad, disminuye su presencia, y su falta provocará arrugas, falta de brillo, textura irregular, así como piel seca y escamosa, ya que dejan a la piel expuesta a la irritación. Por lo tanto, los beneficios de utilizarlas en el cuidado de la piel son múltiples. Cuando se aplica de manera tópica, puede introducirse directamente en la barrera protectora de la piel para reforzarla. Por esto te contamos todo lo que tienes que saber sobre cómo incorporar las ceramidas a tu piel.
2Qué tipo de pieles pueden utilizarlas
Al ser lípidos cutáneos, tu piel produce ceramidas de manera natural. Pero tal como sucede con el colágeno, tu piel deja de producirla de la misma manera con el paso del tiempo. Es por esto que también necesitamos ayudarle a la piel a restablecer la producción de ceramidas al utilizar productos que la contengan.
Dado que te ayudan a retener la humedad y fortalecer la barrera de la piel, son ideales sobre todo para pieles extremadamente secas y con hiperpigmentación. Pero al ser un elemento que producimos de manera natural, la mejor parte es que las ceramidas le sientan bien a todos los tipos de piel.