¿Quién al que le guste la cocina no ha hecho nunca un bizcocho? Quizás sea uno de los postres más recurrentes cuando se empieza a cogerle el gustillo a eso de ser tu propio chef. Al hacerlo, la duda que te surge es si hacerlo de naranja, de yogur, de limón… En lo que nadie duda es en que tarde o temprano tendrá que pasar por el horno. Aquí sin embargo vamos a mostrar una receta en la que esto último no será necesario, en la que se podrá ver cómo también se puede hacer en una sartén. Si eres de los amantes de los postres sin horno, este pastel se puede convertir de golpe en tu preparación perfecta, pues puede ser la base de montones de postres fríos deliciosos.
2Bol amplio para el bizcocho
Como sucede con la mayoría de recetas de bizcocho, necesitaremos de un bol amplio donde echar los ingredientes secos que formarán el nuestro en sartén. Se hace en el centro un hueco y se añaden los ingredientes húmedos, o sea, la leche, el aceite y los huevos. Con ayuda de las varillas de la batidora, hay que ir incorporando los ingredientes secos a los húmedos con cuidado, para que los secos vayan cayendo poco a poco sobre los húmedos (vamos, que no hay que mezclarlos de golpe). Una vez que tenemos una masa homogénea, se sigue batiendo con las varillas durante unos 5 minutos, para que la masa se llene de aire y el bizcocho quede más esponjoso.