Las lentejas son uno de esos platos que más resquemores levantan cuando alguien las pone encima de la mesa. Quizás por aquello de «si quiere las comes, y si no las dejas», lo cierto es que tiene tantos partidarios como detractores. Por ese motivo vamos a intentar mostrar en esta receta una forma de hacerlas distintas, un plato saludable que por un lado nos va a dar un aporte energético, a través de las lentejas, y por otro un aporte nutricional, mediante las verduras, por lo que a los que les gustan éstas encontrarán otro aliciente para comer esa «legumbre maldita». Los que no van a encontrar ninguna pega en este guiso son los veganos, ya que no contiene ningún ingrediente animal.
1Ventajas de las lentejas
Gusten más o menos, lo cierto es que las lentejas son energéticas, presentan proteínas vegetales e hidratos de carbono de asimilación lenta, por lo que las personas diabéticas las pueden tomar sin ningún temor. También son ricas en vitaminas (del grupo B), minerales (hierro, magnesio y zinc) y fibra. Su contenido en hierro hace que sea beneficioso para aquellas personas con anemia ferropénica y las vitaminas del grupo B contribuyen al buen funcionamiento del sistema nervioso. Contienen fibras solubles e insolubles; las solubles ayudan a reducir los niveles de triglicéridos y colesterol en sangre, previniendo las enfermedades cardiovasculares; y las insolubles regulan el tránsito intestinal, evitando el estreñimiento. Eso sí, son ricas en purinas, que en el organismo se transforman en ácido úrico.