Sin lugar a dudas, Naty Abascal fue y es uno de los mayores iconos de nuestro país y también a nivel internacional. Sin embargo, la modelo ha vivido una vida agridulce. Si bien la recordamos siendo el objetivo de los flashes y viviendo una vida repleta de colores vivos y lujos, detrás de bambalinas sufrió los momentos más oscuros. La musa de Elio Berhanyer estuvo en el ojo del huracán en medio de uno de los escándalos más escabrosos que se han conocido en España. Cuando su exmarido y padre de sus hijos fue condenado a prisión por delitos de corrupción de menores y tráfico de drogas en el año 1993, Naty Abascal tuvo que huir del país para proteger a sus hijos del boom mediático. Los puso a salvo entre exclusivos internados lejos de la piel de toro. 30 años después la historia se repite. Su hijo Luis Medina está enfrentado con la justicia por delitos de estafa y blanqueo de capitales como os contábamos hace unos días en Cotilleo.es.
3Naty Abascal, cabizbaja, guarda silencio sobre la acusación de su hijo
>Como os contábamos antes, este es sin duda uno de los mayores temores que podría tener Naty Abascal. Verse envuelta en un escándalo como este, relacionado con la justicia. Por ello, la modelo prefiere guardar silencio y huir de la prensa, para así no pronunciarse sobre los problemas legales de su hijo Luis. Y, aunque se mantenga al lado de su hijo en todo momento, no deja de ser una de las peores situaciones en la que se ha visto envuelta. En el pasado, y ahora.
No sabemos que opinará de las declaraciones de su hijo sobre los delitos que se le acusan. Si ella hubiera preferido que guardara silencio. Pero lo que sí nos podemos imaginar es su arrepentimiento por decisiones pasadas. Pues el mismo Luis Medina desvelaba en una entrevista para la revista Semana en 2018, que a los 19 años se fue a vivir con su padre. Decisión que su madre no tuvo más remedio que aceptar.