Si un chef como Martín Berasategui te dice cómo hacer unas torrijas no queda otra que seguir de inmediato todos sus pasos. Alguien como él, con doce estrellas Michelín a sus espaldas, puede conseguir sin duda que este plato tan típico de la Semana Santa te vuelva a atraer o que te enganche si aún eres de los que aún no lo ha probado. Este postre se puede comer en cualquier época del año aunque, como ocurre con el turrón en navidades, uno no sabe por qué se asocia con el tiempo de Cuaresma como si realmente fuera una penitencia el comerte entonces una torrija, con lo buenas que están. De vino, de leche o de almíbar; mojadas o secas; con azúcar, miel o canela… sean como sean, son deliciosas. Se trata en realidad de un postre de origen muy humilde con el que se mataban dos pájaros de un tiro, por un lado aprovechar los restos de pan duro y por otro compensar el ayuno impuesto para el tiempo de la Cuaresma.
2La receta de Berasategui
Para empezar la receta de Berasategui, lo primero de todo es coger un cazo, ponerlo al fuego y en él colocar la leche, la nata y el azúcar. Además, en el mismo también tenemos que deslizar la piel de cítrico y la astilla de canela, arrimando a fuego suave, hasta que surjan los primeros hervores, para que en ningún momento se queme. En ese momento tendremos que retirar la leche y la nata del fuego y dejarlo enfriar.