Hay recetas, como esta de mejillones con pisto picante, que lo mismo pueden servirle a quien las elabora para la hora del aperitivo que como entrante, o incluso como plato principal. Gracias a ese detalle, otra de las ventajas que tiene es que por lo tanto se puede elaborar en cualquier época del año, ya que nadie va a decir que no a un plato con el que se puede abrir el apetito o calmar el mismo, en función de la cantidad que se coma. Para los que no sean muy proclives al picante hay que decir que también se pueden hacer sin esa condición, aunque el sabor final no va a ser tan especial. Todo sean opciones para un producto con el que no vamos a encontrar más que ventajas, tanto a la hora de hacerlo como a la de degustarlo.
4Cómo acabar la receta
Para terminar la receta de mejillones con pisto hay que dejar hacer el conjunto durante cinco minutos a fuego lento, y después añadir el tomate natural rallado y la cucharadita de azúcar, para quitar un poco la acidez del tomate. Se mezcla todo y se deja hacer durante 30 minutos a fuego lento, removiendo de vez en cuando. Cuando se tenga el pisto hecho se añaden unas gotas de Tabasco. Esto es al gusto de cada uno, por lo que si no eres fan del picante pues no eches nada. Después se limpian los mejillones, se pone al fuego una cazuela amplia con agua y sal y, en cuanto empiece a hervir, los echamos y tapamos. En cuanto empiecen a abrirse vamos sacando a una fuente y, cuando tengamos todos, se colocan en la misma y se cubre con el pisto de tomate. Se esparce un poco de perejil fresco picado por encima y se sirve.