Las pestañas juegan un papel estético importantísimo. Cada vez más mujeres acuden a las clínicas de estética para ponerse extensiones de pestañas que ayuden a iluminar y agrandar su mirada. Sin embargo, estos tratamientos son caros y pueden estropear nuestras pestañas. El uso de rímel es el recurso más socorrido para conseguir unas pestañas más largas y voluminosas pero, si abusamos de él, puede hacer que se quiebren y se debiliten, consiguiendo que se vuelvan más finas y menos densas. Para evitar que esto ocurra existen algunos remedios naturales que conseguirán alargar tus pestañas sin maquillaje y harán que estén más sanas.
Té verde para unas pestañas sanas
El té verde es una de las bebidas que mayores beneficios presentan para la salud. Además de ser una las más consumidas en todo el mundo, es una de las más utilizadas en los productos cosméticos. Es habitual encontrarlo entre los ingredientes más utilizados en las máscaras de pestañas, aunque lo mejor es aplicarlo de manera natural. El té verde tiene propiedades que consiguen fortalecer y alargar tus pestañas, gracias a su contenido en flavonoides. Puedes aplicar directamente las bolsas de té sobre tus ojos, o preparar una infusión y aplicártela con unos algodones. Lo ideal es que dejes actuar el producto sobre 10 minutos como mínimo, aunque también puedes hacerlo por la noche y dormir con él.
Aceite de ricino, el remedio tradicional
El aceite de ricino es uno de los mejores ingredientes para aumentar el largo y el espesor de tus pestañas, y también funciona eficazmente si lo aplicas en las cejas. Gracias a sus propiedades, es un potente remedio natural para estimular el crecimiento del vello. El ácido ricinoleico presente en este aceite tiene extraordinarias propiedades hidratantes y antibacterianas que promueven el crecimiento del vello y, a su vez, evita que se caigan gracias a su contenido en ácidos grasos. Aplicarlo es muy sencillo, únicamente necesitas un cepillo de rímel bien limpio y, con un poco de aceite, ponerlo sobre tus pestañas al igual que haces cuando te maquillas.
Aceite de coco para unas pestañas hidratadas
El aceite de coco es uno de los aceites vegetales más usados para el cuidado de la piel y el pelo, gracias a sus excepcionales propiedades hidratantes y nutritivas. El aceite de coco contiene multitud de vitaminas y antioxidantes que harán que tus pestañas se vean más, densas, largas y sanas. Además, actúa como barrera protectora contra los agentes externos. Se puede aplicar de la misma forma que el aceite de ricino, pero también puede servir como un desmaquillante natural. Déjalo actuar toda la noche y enjuágalo a la mañana siguiente antes de comenzar con tu rutina de belleza habitual.
Aceite de almendras como alternativa a los anteriores
Al igual que el aceite de coco y el aceite de ricino, el aceite de almendras es buen método para hacer que nos crezcan las pestañas y aumentar su volumen y densidad. Esto ocurre gracias a las excelentes propiedades que este aceite natural tiene para el vello corporal, hidratándolo en profundidad y propiciando la regeneración del vello debilitado. La forma de aplicarlo es la misma que la de los dos anteriores, por lo que únicamente necesitarás de un cepillo de rímel limpio. Además, también sirve como desmaquillante natural. Hay que tener en cuenta que, para que este tipo de rutinas funcionen, hay que ser constantes en su aplicación y tener un poco de paciencia ya que tardaremos sobre un mes en empezar a ver resultados.
Aloe vera para unas pestañas llenas de vida
El Aloe Vera es una de las plantas medicinales más utilizadas en el mundo, gracias a sus excelentes propiedades, especialmente para la piel y el pelo. Esto se debe a la gran cantidad de vitaminas, minerales y aminoácidos que contiene, que ayudan a que el vello crezca fuerte y sano. Utilizando Aloe Vera sobre tus pestañas conseguirás que etas se vean más largas, densas y gruesas. Además, ayuda a prevenir su caída. Para aplicarlo extrae el gel de Aloe de la hoja de la planta o, si no tienes ninguna en casa, puedes comprar gel de Aloe Vera natural siempre y cuando te asegures de que no lleva otros ingredientes y productos químicos. Utiliza un rimen vacío y limpio para introducir ahí el líquido y con el cepillo aplícalo sobre tus pestañas. Pasado un rato enjuágatelas bien.
Desmaquíllate bien para evitar que se quiebren
Desmaquillarse bien antes de ir a dormir es una rutina esencial para conseguir unas pestañas sanas y pobladas. Los restos de rímel que se acumulan durante la noche pueden hacer que las pestañas se vuelvan quebradizas y se rompan con facilidad. Además, no hacerlo puede conllevar a que éstas se caigan y perdamos densidad. Para garantizar la salud de las pestañas al desmaquillarnos hay que tener cuidado de no presionar ni frotar demasiado los ojos, ya que de este modo podemos romperlas. Además, es conveniente elegir un buen desmaquillante específico para los ojos.
Utiliza el rizador con precaución
Por último, otra buena opción para que tus pestañas parezcan más largas y densas es utilizar un buen rizador. Sin embargo, esto no ha de hacerse bajo ningún concepto una vez aplicada la máscara, ya que las pestañas se pueden romper con más facilidad. Aunque esta es una práctica muy socorrida en los tutoriales de maquillaje para dar una sensación de mayor volumen, lo cierto es que a la larga tiene el efecto contrario al que buscamos. Cuando utilices el rizador de pestañas, caliéntalo un poco un tus manos y aplícatelo sin apretar demasiado. Así evitarás el efecto de tener las pestañas caídas sin necesidad de recurrir al rímel.
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