Estrenar zapatos puede ser una acción de riesgo, sobre todo con determinados tipos de suela. Generalmente, las suelas de madera, cuando están muy nuevas, es fácil que resulten mucho más deslizantes sobre el pavimento, cosa que empeora si el suelo está húmedo. Además de arriesgarnos a una desafortunada caída, o a torceduras de tobillo, caminar sobre unos zapatos muy resbalosos, resta seguridad con cada paso, y nos obliga a ir pisando con extrema precaución, en vez de caminar de forma natural. Pero existen algunos trucos baratos y caseros que podemos aplicar para no volver a resbalar jamás.
4RAYAR LA SUELA DE LOS ZAPATOS
Una solución que no gusta a todo el mundo, pero es preferible rayar la suela y no resbalar, que estropear la superficie del calzado en una caída desafortunada. Las suelas lisas son un problema porque no tienen ningún tipo de agarre al suelo. Algo así como los neumáticos muy gastados. Al rayarlas creamos esos surcos necesarios para que el contacto con la superficie sea mejor. Podemos hacer cruces y rayas, con ayuda de una navaja o un cuchillo, pero sin hacer mucha fuerza, par no traspasar la suela accidentalmente.