Es época de torrijas ya, por mucho que todavía no hayamos entrado en Semana Santa. Casi un mes antes de ello, como ocurre con el turrón o el roscón de Reyes en las fiestas navideñas, ya se hace el dulce más típico de la Pascua. El objetivo es hacerlas bien aromáticas, jugosas y hechas con calma, sin prisas, para conseguir un sabor excepcional y una textura supercremosa en el interior, hasta el punto de que parezca que estén rellenas de crema pastelera. Aquí vamos a intentar dar las claves para lograr que queden así de perfectas y que le cojas el gustillo a hacer un producto tan sabroso.
6La presentación
A la hora de presentar las torrijas, hay muchas formas pero sin duda la más recomendada es la más tradicional, con azúcar y canela mezcladas. Muchos también usan otras coberturas como el almíbar de miel, el vino, o la leche con canela. Dando una buena cobertura a las torrijas cuando aún están templadas, el resultado es perfecto. Para comerlas se puede dejar que se enfríen, o comerlas cuando están aún templadas. Si se van a comer en caliente, hay que tener mucho cuidado pues el centro alcanza mucha temperatura.