Es época de torrijas ya, por mucho que todavía no hayamos entrado en Semana Santa. Casi un mes antes de ello, como ocurre con el turrón o el roscón de Reyes en las fiestas navideñas, ya se hace el dulce más típico de la Pascua. El objetivo es hacerlas bien aromáticas, jugosas y hechas con calma, sin prisas, para conseguir un sabor excepcional y una textura supercremosa en el interior, hasta el punto de que parezca que estén rellenas de crema pastelera. Aquí vamos a intentar dar las claves para lograr que queden así de perfectas y que le cojas el gustillo a hacer un producto tan sabroso.
4El rebozado
Tras rebozar las torrijas con huevo, haciéndolo a conciencia y dándoles un par de vueltas dentro del huevo batido, lo mejor es volver a escurrirlas ligeramente sobre la rejilla como hicimos con la leche. Así no quedarán puntillas o rebabas de huevo ni otros defectos en la torrija, sino que quedará perfecta de forma.