Es época de torrijas ya, por mucho que todavía no hayamos entrado en Semana Santa. Casi un mes antes de ello, como ocurre con el turrón o el roscón de Reyes en las fiestas navideñas, ya se hace el dulce más típico de la Pascua. El objetivo es hacerlas bien aromáticas, jugosas y hechas con calma, sin prisas, para conseguir un sabor excepcional y una textura supercremosa en el interior, hasta el punto de que parezca que estén rellenas de crema pastelera. Aquí vamos a intentar dar las claves para lograr que queden así de perfectas y que le cojas el gustillo a hacer un producto tan sabroso.
2Líquido donde remojar las torrijas
También es fundamental para las torrijas mezclar un litro de leche, 100 gramos de azúcar y añadir una gota de «biscuit», un líquido que lleva una mezcla de especias y extractos. En casa podemos sustituirlo por una vaina de vainilla o por el típico infusionado de unos palitos de canela y una cáscara de naranja. Truco, deshacer el azúcar en la mitad de la leche caliente removiendo bien para que no haya cristales. Luego mezclarla con el resto de la leche fría, que es la que siempre hay que utilizar. Tras infusionar la leche con la canela, es bueno dejar que la leche se enfríe antes de remojarlas. Si usamos leche caliente, el pan lo absorberá pero las fibras se reblandecerán en exceso y lo normal será que el pan se nos rompa al sacar las torrijas del remojo para pasarlas por huevo antes de freír.