Se acerca la Semana Santa y con ella las torrijas, el dulce más típico quizás de la época. Dos cosas, o tres si se cuenta el precio que tienen aquellas en muchas pastelerías o bares donde se venden, son las que quitan a muchos las ganas de hacerlas. Por un lado el tiempo que se suele tardar en dicha misión, que no es baladí, y por otro el que siempre han sido considerado uno de los alimentos que más engordan, algo que es sin duda lo que más echan para atrás a la hora de consumirlas, sobre todo los que ya han empezado con la particular «operación bikini», ansiosos por llegar en buena forma física al verano. Aquí sin embargo vamos a mostrar cómo se puede consumir una buena torrija, o varias, sin tener que engordar lo más mínimo.
3Un ayudante perfecto
Al igual que las torrijas llegaron y se quedaron, las freidoras sin aceite o de aire se han convertido en uno de los pequeños electrodomésticos de cocina más deseados. Entre sus ventajas están que son relativamente económicas y nos permiten cocinar platos más sanos que las freidoras tradicionales. Porque no sirven solo para freír unas patatas o unas croquetas, sino también para otras recetas como el dulce estrella de la Semana Santa. Gracias al poco aceite que necesita este tipo de freidora, las recetas nos aportan menos calorías, por lo que son más sanas y engordan menos.