10 años después de sentarse por primera vez en el banquillo por el Caso Malaya, Isabel Pantoja ha regresado a los juzgados de Málaga. La tonadillera revive de nuevo su peor pesadilla, hacer el paseíllo hacia el Juzgado de lo Penal número 5 de la ciudad de la Costa del Sol. Lo hace para prestar declaración ante el juez, acusada de un presunto delito de insolvencia punible, por el que podría enfrentarse hasta a 3 años de prisión y una multa que ascendería a 11.000 euros. De riguroso luto y acompañada de su hermano Agustín Pantoja, ha vuelto a hacer ese camino que seguro que no pensaba que volvería a tener que hacerlo jamás…
3El nombre de su hermano Agustín sale a relucir: «Le firmo el poder ese para liquidar lo que se debiese»
> Tras un retraso de media hora y alguna pausa por los problemas de sonido en la sala, Isabel Pantoja ha declarado. Destrozada, mirando al cielo y haciendo numerosas pausas para enjugar sus lágrimas, la tonadillera se ha enfrentado a las preguntas de la acusación. Su letrado no le ha hecho ninguna. Tal y como ha declarado Isabel Pantoja, ha empezado con que ella «no entiende de papeles» y que a pesar de ser ella la administradora de la sociedad, desconoce los «beneficios y las deudas que ha dado esta empresa».
«Mis asesores fiscales a veces lo han hecho bien y otras no» ha asegurado además de lamentar que «Ojalá me lo hubieran dicho antes» ha afirmado, confirmando que dio plenos poderes a su hermano Agustín sobre sus sociedades «delante de notario». «Yo le firmo el poder ese a mi hermano para liquidar todo lo que se debiese», ha explicado.
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