La supuesta Operación Silenzio que se llevó a cabo para que no trascendiera a los medios, antes de tiempo, el noviazgo entre don Felipe y doña Letizia continuó tras la boda. Conscientes en Casa Real de que la vida privada de Letizia Ortiz sería objeto de injusto escrutinio, desplegaron un plan de máxima protección sobre todo lo relacionado con la intimidad de la periodista. Estas son algunas de las situaciones que evidencian que la Reina tuvo una vida completamente normal.
9Una periodista dura
Así recuerdan los integrantes de Maná, en boca de Sergio, batería del grupo, cómo conocieron a doña Letizia: “Estuvo viviendo en Guadalajara. Era periodista. Nos entrevistó. Como periodista era dura. Fher no le permitió que fumase delante de mí, le hizo apagar el cigarrillo y se molestó. Se puso más dura. Pero al final del concierto le gustó la banda y se echó unos tequilas.» El primer encuentro entre la Reina Letizia y Maná se produjo en un restaurante en Guadalajara, en mayo de 1996.
Fher, el más carismático de la banda, explicó que tras ese primer encuentro en un restaurante, se produjo otro: “Unas semanas después, dimos un concierto en la plaza de toros de Guadalajara y ella asistió. Creo que cambió su percepción respecto a nosotros. Al final fue a los camerinos a saludarnos y, claro, nos tomamos unos tequilas”. Según el batería de Maná, Sergio, «Letizia antes de casarse con el Príncipe, sale pintada dentro del CD de Sueños líquidos. Fher tiene el cuadro original en su casa». Esta respuesta da pie a pensar que sí posó para Waldo Ríos.