Por mucho que a las almejas les siente muy bien el vino blanco, hoy vamos a intentar descubrir cómo se pueden preparar también, y quedar por ello igual de estupendas, con otra de las bebidas más típicas de España: la cerveza. La elaboración de esta receta es muy sencilla, solo hay que ser un poco previsor y no olvidarse de dejar las almejas en remojo para que suelten toda la arena y ésta no nos termine molestando a la hora de degustarlas. Además, el toque picante de la cayena dará un sabor especial al guiso.
5Cómo finalizar el plato
Quedaría poco para acabar las almejas con cerveza. Después de haberlo mezclado todo con el sofrito de ajos, se tapa la sartén y se deja que las almejas cuezan hasta que éstas se abran. Mientras esto sucede se puede aprovechar el tiempo para ir picando el perejil. Cuando lo tengamos se añade a la sartén, cuando se vea que están todas abiertas. Si por casualidad no se abre después de un tiempo razonable, la descartamos para nuestra seguridad personal. Y es que si después de comer almejas o mejillones, si están en mal estado, se pueden experimentar náuseas, vómitos y diarrea, síntomas que son seguidos poco después por sensaciones extrañas que pueden incluir entumecimiento u hormigueo en la boca, dolor de cabeza, mareo, así como trastrocamiento de las temperaturas caliente y fría. Después ya sólo quedaría servirlas, por supuesto con pan para dar buena cuenta de la salsa tan rica que habrá quedado.