Relacionar costillas de cerdo con una barbacoa es lo más natural. Con esta receta que vamos a desarrollar va a quedar demostrado que es posible preparar las primeras sin necesidad del segundo aparato ni tan siquiera de ir a un restaurante. El secreto es cocinar las costillas a baja temperatura. La ventaja es que, con esta técnica de hornear, podremos disfrutar de este plato sin necesidad de pasar un largo rato en la cocina con su preparación. Que nadie quedará insatisfecho lo demostrará el resultado final, ya que la carne se desprenderá del hueso como las hojas de los árboles en otoño, porque estará tierna y jugosa, manteniendo todo el sabor que pueda aportar una barbacoa. Para completar la faena se precisará eso sí una salsa barbacoa casera con la que barnizar las costillas.
2Lavar y pincelar las costillas
Para empezar a preparar la receta de costillas horneadas lo primero es lavar el costillar y dejarlo secar por sí solo, ya que con esto se favorece que luego quede más crujiente. El siguiente paso sería pincelar las costillas con aceite de oliva, y a continuación cortar los ajos y el laurel en trozos y ponerlos sobre los costillares por ambos lados. Después de ello se añade el romero o el tomillo, según lo que más guste al chef, pero de momento no hay que añadir nada de sal ya que si la utilizáramos luego la carne nos quedaría demasiada reseca.