Ya se sabe, la lentejas, «si quieres las comes y si no las dejas», pero no es recomendable hacer esto último porque son un alimento con una alta concentración de nutrientes. Los hidratos de carbono son los más abundantes y están formados fundamentalmente por almidón, mientras que sus proteínas vegetales, aunque en buena cantidad, son incompletas, puesto que son deficitarias en metionina (aminoácido esencial). Eso sí, si se combinan con cereales como la avena o el maíz, ricos en dicho aminoácido, se convierten en proteínas de alto valor biológico, equiparable a las que aportan los alimentos de origen animal. Si encima las haces con carrilleras seguro que tus comensales te piden que las hagas todas las semanas.
4Cómo finalizar la receta
Para finalizar nuestras lentejas con carrilleras se pica el puerro, los dientes de ajo y la cebolla, y se pone todo a rehogar en el mismo aceite que utilizamos para las carrilleras. Cuando empiecen a dorarse, se agregan éstas, se riegan con el vino, que dará muy buen sabor al plato y se cubre todo con agua, dejando una 1 hora a fuego suave. Transcurrido ese periodo de tiempo se echan las lentejas en la olla, con una cucharadita de pimentón, la hoja de laurel y un poquito de sal. Se vuelven a cubrir de agua, y se llevan a ebullición. A ser posible se baja de nuevo el fuego al mínimo, para que no se agarren, y se cuecen las lentejas con carrilleras durante otra hora, hasta que estén listas.