Hace unos meses toda España sintió la triste pérdida de Jaime Ostos, una de las grandes figuras del toreo. Estaba junto a su mujer, Mari Ángeles Grajal, y con amigos disfrutando de un viaje por Bogotá cuando saltaba la noticia y hasta días más tarde no veíamos a la viuda regresar a su país y abrazarse con su hijo, Jacobo Ostos.
Ahora, María Ángeles Grajal cuida mucho sus salidas y han sido pocas las veces que la hemos visto fuera de casa… sin embargo, este sábado hemos podido verla en una corrida de toros en Illescas y nos ha confesado sentir una gran soledad desde que falleció Jaime Ostos a pesar de contar con el apoyo de su familia y amigos: «sí, la verdad es que sí, pero me siento muy vacía, de verdad».
La viuda cumple la promesa que hizo al torero de acudir a las corridas como si fuera con él: «difícil no, durísimo, pero yo le prometí a Jaime que iba a ir a todos los sitios como si viniera él conmigo y aquí estoy, con mis amigas y mis amigos». Además, recuerda a Jaime Ostos como una persona muy intensa, algo que echa de menos cada día: «cuando estoy en casa, le echo de menos. Era muy intenso, Jaime. Los que le conocíais… Tan intenso que ahora le echo de menos en todo, en todo».
En su vuelta a Illescas, Mari Ángeles Grajal nos asegura acordarse de él en cada rincón: «todos, todos los recuerdos. Hablaba con Norma, ahí en la barrera, todo» y es que para ella era todo su mundo: «y para mí, mi mundo era él». A pesar de estos duros momentos, sí que asegura que su hijo está encima de ella para que no le den bajones emocionales: «pendiente de mí en todo momento».