El amor de Felipe VI hacia sus hijas lo vemos y lo percibimos en cada una de sus apariciones públicas. Es difícil no ver a un padre que se le cae la baba frente a dos bellezas como Sofía y Leonor. Ellas son todo su mundo y le han ofrecido el cambio más significativo de su vida. El soltero de oro se casaba con la periodista, pero no fue hasta que llegó Leonor cuando vio cumplidos todos sus sueños.
3Una foto desgastada
Desde que nació Felipe lleva en su cartera una foto de su hija. La enseñaba orgulloso a todos sus amigos, no podía parar de decir lo hermosa que era. Se trataba de una muñeca rubia de una belleza imponente. Todos miraban y admiraban a la que sería su nueva reina. Incluida su abuela paterna que aunque ha estado un poco alejada siempre ha tenido una conexión.
Uno de los amigos de Felipe manifestaba el cambio del rey. Ese príncipe divertido por las jovencitas había caído rendido a los pies de una pequeña. Leonor le había robado por completo el corazón y había inundado todo su ser de un amor incondicional. Era todo cuanto siempre había soñado, hecho realidad.