Pocas recetas hay más sencillas que la de pechugas de pollo con salsa de tomate. A groso modo, se comienza por ponerlas un rato a la plancha y se termina dejándolas que se terminen dentro de la salsa, para que se hagan por dentro al mismo tiempo que van cogiendo sabor. A continuación vamos a desarrollar mucho más detenidamente todo el proceso de un plato con el que siempre se acierta porque es raro encontrar personas a las que no les guste el pollo ni el tomate, sus ingredientes principales, que a la vez son además sencillos y baratos de obtener, algo fundamental hoy en día.
4Incorporar el tomate
Para finalizar estas pechugas de pollo en salsa de tomate hay que añadir el ajo, mezclar bien y dejar que se haga como un minuto o así. A continuación se incorpora el tomate triturado junto con la hoja de laurel y otras hierbas que se le quieran echar, y después salpimentar y reincorporar igualmente las pechugas de pollo junto con todo el jugo que hayan podido soltar. Se calienta la sartén y, cuando rompa a hervir, se baja el fuego a nivel medio-bajo y se deja que haga chup-chup unos 20 minutos, hasta que la salsa haya reducido a la mitad. A mitad de cocción hay que darle la vuelta a las pechugas. Unos minutos antes de terminar, lo conveniente es probar la salsa y corregir de sal y pimienta. Además, si consideras que fuera necesario, añade media cucharadita de azúcar para reducir la acidez del tomate.