Con el aterrizaje de la primavera, pareciera que un nuevo mundo se abre paso: la luz, el cambio de hora, la buena temperatura, las terrazas plagadas de gente… Aunque no nos demos cuenta, toda esta energía también se traduce en nuestro espacio interior, es decir, nuestro hogar.
Dado que se recomienda cambiar el aspecto del hogar cada cierto tiempo, la primavera puede ser la ocasión perfecta para ello. Desde adquirir muebles nuevos que puedan ser útiles, como sofás cama o sillones, hasta cambiar la distribución de los muebles que ya tenemos, tan solo hace falta querer de dar un giro al ambiente general para conseguirlo.
Trucos para cambiar el aspecto del salón
Dentro del hogar, el salón es uno de los lugares en los que pasamos más tiempo. Nuestras aficiones, encuentros o incluso ratos de relax se desarrollan en este pequeño espacio. Por esta razón, el salón es el lugar en el que debemos concentrar los cambios decorativos para primavera.
1. Cambiar fundas y cortinas
Con la llegada de la primavera debemos sustituir las fundas de sofás y cortinas, así como guardar y llevar al tinte las alfombras. Salvo excepciones, el mal tiempo no regresará hasta dentro de unos meses, por lo que el espacio debe ganar amplitud, alegría y, sobre todo, luz.
2. Aprovechar la luz
Lógicamente no podemos alterar la luz que entra en nuestro salón. Dependiendo de la distribución del hogar, es posible que en tu caso la luz sea menor que en otros lugares. Sin embargo, lo que todo amante de la decoración puede hacer es estudiar en qué rincón se focalizan los focos de luz, cuáles son las horas centrales y cómo podemos ayudar a que el espacio capte dicha luz.
Como ejemplo, podemos colocar cortinas de colores vivos y blanquecinos, copar un rincón con plantas o incluso permitir que en ciertas zonas de paso la luz penetre sin interponer muebles entre medias. Se trata, en líneas generales, de ser creativos.
3. Muebles
En el caso de los muebles, pueden darse varias opciones. Por ejemplo, si estás pensando en cambiar elementos como las sillas de comedor o el sofá, puedes aprovechar para escoger un color vivo que mantenga el espacio iluminado en todas las estaciones. Si, por el contrario, prefieres conservar lo que tienes, puedes aprovechar para colocar manteles, objetos decorativos o cojines de diversas tonalidades.
4. Espejos y plantas
Puede sonar a cliché, pero lo cierto es que los espejos y las plantas son capaces de alterar la energía y perspectiva de un salón. En el mundo del interiorismo, los espejos se utilizan para ganar amplitud. De este modo, un espacio sumamente pequeño puede percibirse como grande a ojos del espectador por la mera instalación de un espejo.
Con respecto a las plantas, dependiendo de las especies seleccionadas y el modo de ubicarlas, puedes obtener una imagen acogedora, naturalista y cercana. Así, algunas plantas como las palmeras son verticales y caben en cualquier lugar. Lo mismo podemos decir de los potos colgantes. Por el contrario, las plantas pequeñas, como cactus o helechos, pueden ubicarse en estanterías o mesas.