María Teresa Campos es el más claro ejemplo de que los periodistas sólo se jubilan cuando se mueren. A sus 80 años, la matriarca del famoso ya clan de las Campos sigue reivindicando un trabajo, sin lograr entender que no se lo ofrezcan las cadenas y que éstas prefieran casi siempre a las mismas caras. Según ha confesado en una entrevista lo que más le llama la atención es lo mal repartido que está el trabajo en televisión: «Todo el mundo tiene derecho a trabajar, pero veo a personas a las que siempre les dan las cosas y no entiendo por qué… Otra vez este, otra vez, otra vez… Y me pregunto: ‘¿Por qué lo pondrán tantas veces?». Del último en el que se involucró ella pocas cosas se saben ya, y por eso vamos a tratar de averiguar el por qué.
1La nueva casa de María Teresa Campos
La última aparición de María Teresa Campos ante los medios de comunicación ha sido esta semana para enseñarles su nueva casa. La veterana comunicadora ha dicho adiós a la casa de sus sueños, una mansión a las afueras de Madrid, en la zona de Las Rozas, que construyó en el año 2004, cuando acababa de fichar por Antena 3. Se trataba de una vivienda de mil seiscientos metros cuadros sobre una parcela de más de seis mil. La puso a la venta hace años, pero fue hace unos meses cuando por fin la vendió e inicio una ingente mudanza a un piso de alquiler en Aravaca, muy cerca de su hija mayor, Terelu.