En ‘MasterChef‘, sobre todo si eres celebrity, no todo son risas y buen rollo. Por mucho que a la hora de despedirse del programa todo sean loas a éste y a los compañeros de aventura, lo cierto es que cuando va pasando el tiempo empiezan a aflorar en algunos concursantes los malos recuerdos y, lo que es peor, la necesidad de contarlos al mundo entero. Eso por ejemplo es lo que acaba de pasar con alguien que pasó por este espacio de TVE, que dice que fue «la peor experiencia de mi vida«. Las audiencias, todavía buenas para lo que se estila hoy en día, son las que siguen manteniendo a flote un programa que, al margen de estas críticas de algunos de sus invitados, ha tenido que soportar acusaciones de tongo, de enchufismo y, por culpa de la última edición, hasta de haber incitado al suicidio a uno de sus concursantes.
1Las audiencias de MasterChef
La marca ‘MasterChef‘ no es ya por sí sola sinónimo de éxito. Las entregas que se han hecho últimamente del ‘Junior’ y la versión de ‘abuelos’ ya no han tenido la acogida que tuvieron las primeras entregas de ambas. Se puede decir que de momento ya solo funciona la de anónimos y, sobre todo, la de ‘celebrities’. En la última de ésta, la que por vez primera ganaron dos personas, Juanma Castaño y Micky Nadal, su final, tras semanas de récords consecutivos, anotó récord de temporada con un 24,4% de cuota de pantalla y 2.624.000 espectadores. No obstante, se trató de la menos vista de todas las ediciones ‘VIP’ del formato, quedándose a más de 300.000 espectadores de los del año anterior (3.020.000) y a casi un millón de los de la primera edición en 2016 (3.499.000). La final del ‘Junior’, el pasado mes de enero, sólo superó el 10% de cuota en la final, con un 12,5 por ciento y 1.581.000 espectadores, registros que no auguran su continuidad.